Fernando Chueca Goitia

Fernando Chueca Goitia , Arquitecto e historiador del arte español



Nació el 29 de mayo de 1911 en Madrid. Fue catedrático de Historia del Arte de la Escuela Superior de Arquitectura de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Historia. Presidente del Instituto de España entre 1978 y 1986. Como senador, influyó para que la Constitución otorgara a la Corona el alto patronazgo de las Academias. Ha restaurado, entre otros inmuebles monumentales, la Casa de las Siete Chimeneas (Madrid), el Monasterio de San Millán de la Cogolla (Logroño), el Palacio de Galiana (Toledo), el Palacio de Carlos V (Granada) y la catedral de Valencia. Su labor de recuperación y rehabilitación de edificios ha ensombrecido las obras que proyectó y levantó a lo largo y ancho de España y su labor como historiador de la arquitectura. «Algunos críticos suelen decir: Chueca es un arquitecto que no es nada del otro jueves, pero es un notable historiador y otros, sin embargo, dicen que soy un buen arquitecto, pero un deleznable historiador. Entre los proyectos en los que ha invertido más tiempo este arquitecto está el de la terminación de la Almudena. Ha publicado obras como: Invariantes castizos de la arquitectura española (1947), Arquitectura española del siglo XVI (1953), Historia de la arquitectura española. Edad antigua y medieval (1964) y Ensayos críticos sobre la arquitectura (1967). En su carrera como arquitecto, siempre fue respetuoso con la conservación del entorno y con el equilibrio de los edificios junto a los que situaba sus obra, que nunca quiso perturbar. En 1998 se le concedió la Medalla de Oro de la Arquitectura. Su trayectoria profesional tuvo muchas facetas, entre ellas, la de hacer frente a la grave crisis que vivió el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid, del que fue decano entre 1999 y 2002. Chueca Goitia, Premio Nacional de Arquitectura y miembro del Colegio de Arquitectos de Madrid, murió el 30 de octubre de 2004 en la Clínica Ruber de Madrid. Enterrado junto a su esposa en la cripta de la Catedral de La Almudena, una obra a la que dedicó 50 años de sus 93 años de vida.